Cómo aceptar los amigos imaginarios de nuestro hijo y no preocuparnos
Los padres nos solemos preocupar cuando nos damos cuenta de que nuestro hijo tiene un amigo imaginario. A veces estos amigos imaginarios son más reales para ellos que sus compañeros de colegio o sus amigos del parque.
Tener un amigo imaginario en la niñez es algo muy común y normal.Un amigo imaginario les ayuda a expresar sus miedos, problemas y deseos. Sobre todo en situaciones de incertidumbre que pueden cambiar su vida habitual.
Normalmente los amigos imaginarios son benignos y positivos: un superhéroe, un buen amigo o un ser con poderes al que dan vida en su mundo de fantasía.
Los padres nos debemos limitar a observar el juego de nuestro hijo con su amigo imaginario. No tenemos que entrar ni participar en el juego. Debemos dejar que ellos jueguen y hablen con él de forma natural. Nunca debemos regañarle ni decirle que no existe. Si lo hacemos, lo más seguro es que empezará a ocultar su existencia y no nos contará nada más.
Tener un amigo imaginario en la niñez es algo muy común y normal.Un amigo imaginario les ayuda a expresar sus miedos, problemas y deseos. Sobre todo en situaciones de incertidumbre que pueden cambiar su vida habitual.
Normalmente los amigos imaginarios son benignos y positivos: un superhéroe, un buen amigo o un ser con poderes al que dan vida en su mundo de fantasía.
Los padres nos debemos limitar a observar el juego de nuestro hijo con su amigo imaginario. No tenemos que entrar ni participar en el juego. Debemos dejar que ellos jueguen y hablen con él de forma natural. Nunca debemos regañarle ni decirle que no existe. Si lo hacemos, lo más seguro es que empezará a ocultar su existencia y no nos contará nada más.
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